viernes, 11 de enero de 2013

Como en Broadway (11/365)

Me han salido cantarines. No podía ser de otra manera, con una madre friki que canta musicales a grito pelado en la cocina, en el coche y en cualquier momento que se presente. Y ellos, monitos de imitación, allá se arrancan a cantar en cuanto tienen ocasión.

David es el que más disfruta la música. No solo canta, entona, afina y lleva el ritmo increíblemente bien para su edad, sino que se mete de lleno en la canción y la escenifica. Canta con todo el cuerpo. Y si la canción tiene un final apoteósico, mejor que mejor... Sus canciones suelen terminar así:


Y yo, que me emociono con cualquier cosa, no me puedo sacar la sonrisa de la boca cuando le veo así. Me encanta. Porque yo lo hago también, a escondidas y con ese miedo al ridículo que vamos ganando con los años (seremos tontos???). 

Hoy viernes, con proyectos emocionantes a la vista y con el finde por delante, me siento como él. Y podría ir así por la calle...



... y me mirarían raro... Pero ¿y qué?? De momento me quedo con mi pequeño rinconcito de Broadway en mi cocina. Tengo el mejor público del mundo.


1 comentario :

  1. Yupi!!!!!!
    Buen fin de semana ...ya me contarás qeu te tres entre manos!
    besitos.
    Pilar

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