Parece mentira, pero falta menos de un mes para empezar el cole. Y aún a riesgo de parecer mala madre, casi lo estoy deseando. Vale que es genial tener las mismas vacaciones que ellos, disponer de nuestro tiempo como queramos, poder pasar los días juntos y todo eso. Pero a veces un respirito no me vendría mal. Hay días como hoy, en los que hacer cualquier gestión se hace imposible. Porque deciden hablar los tres a la vez mientras algún amable funcionario intenta darme cualquier tipo de información. Porque, aburridos de hacer cola, se dedican a cotillear el móvil de la paciente señora que está al lado, bombardeándola con todo tipo de preguntas personales. Porque deciden aprovechar que estoy haciendo papeleo para escaparse al kiosco que está justo al lado y meter las manos en todos lo botes de gominolas.
Sí, hacen esas cosas... Con esa cara de no haber roto un plato que tienen...
Normal que con tanta actividad, luego se sienten cinco minutos en casa y se queden pasmados con cualquier dibujo animado que le pongas.
Así que necesito un cambio. Salir de la rutina en la que se están convirtiendo estos días veraniegos, pasear por sitios nuevos, descubrir cosas diferentes... y no tener que hacer gestiones / papeleos / compras / recados... con tres niños saltando alrededor... o escapándose!
... tener tiempo para mí sola, para no hacer nada, o simplemente dormir una siesta a gusto y sin remordimientos. Porque ellos lo hacen de lujo!
La buena noticia es que lo tengo a la vuelta de la esquina. Modo {maletas} activado, salimos mañana para unos días de (espero) relax, o al menos cambio de aires, que vaya si lo necesito. Yupiiiii!!!
Y además, con el finde aquí cerquita. ¡Que lo disfrutéis!!
Tranqui Rebe... ya se te viene un esperado descanso... si así se puede llamar! Que lo disfruten! =)
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