... pero me encantan los lagos. Y el de Castiñeiras en especial. Este domingo nos lo encontramos como tantas veces en mi niñez, llenito de gente que había subido a comer y pasar la tarde allí. Y aunque vamos muy a menudo, los niños nunca dejan de sorprenderse y encontrar rincones nuevos que explorar.
Me rechifla el musgo por todas partes, no puedo evitar hacerle mil fotos siempre que voy. Miguel disfrutó especialmente los carteles informativos, ahora ya sabe leer. Nos iba contando las curiosidades que leía con esa carita de emoción tan lindiña que pone.
Paradita para merendar en una de las pocas mesas libres que quedaba, y unos segunditos quietos que no podía desaprovechar!
Y para rematar, foto-family en el lugar donde solíamos venir a comer cuando era pequeña. Me matan las poses de los niños mientras esperaban a que le diera al autodisparador. Modelos profesionales!
Tantos y tantos rincones bonitos...Seguimos disfrutando, ahora nos espera una excursión por Pontevedra!
La foto familiar te ha quedado chula y qué bien le queda el corte de pelo a tu marido.
ResponderEliminarOhhh! Si os veo os saludo! :)
ResponderEliminarbueno bueno, tu cuarteto de hombres posa estupendamente eh?, que sitio más bonito para ir a pasar la tarde, unas fotos estupendas!
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