Podría ser una explicación. Que estamos tomando fuerzas para la vuelta al cole (dentro de poco más de un mes!! yaaaa!!!!). O que es nuestra forma de adaptarnos a las temperaturas aplastantes de esta época. El caso es que estamos hechos unas verdaderas marmotas. No os digo a qué horas nos estamos levantando últimamente por respeto a los que tenéis que madrugar. Diré en mi defensa que aprovecho muy bien las noches, preparando material para el cole, haciendo tareas pendientes y todo eso que es imposible hacer con tres niños a lo largo de un día de verano. O sea, que no me acuesto antes de las dos (¿cuela como excusa?).
Esta semana se nos unen a la hibernación mi hermano y su novia, aves nocturnas como yo, y nos pueden dar las 4 y pico de la mañana charlando como si estuviéramos en la Plaza Mayor a la hora del vermouth. Así que por las mañanas reina un silencio maravilloso (pobre A. teniendo que madrugar tanto y vernos roncar sin pudor alguno). Y para conseguir ese silencio, un ingrediente fundamental son unos niños agotados y con tanto sueño como su madre. Así que las tardes tienen que ser moviditas. A saber...
- Largos paseos con lugares que explorar, como una "terrorífica" casa abandonada a orillas del río...
- Búsqueda de animales y bichitos de todo tipo, por tierra, aire y agua...
- Emocionantes paseos a "caballo" en buena compañía...
... o en moto
- Representación de documentales del National Geographic sobre los leones y sus métodos de caza...
- Básicamente... campo o cualquier otro espacio abierto para correr, saltar, jugar, explorar...
Y si encima lo rematas cenando fuera y llegando a las tantas a casa... mañana tranquila garantizada!!
Disfrutando el verano... ¿y vosotros?
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