Seguimos de olimpiadas

En nuestra linea veraniega de marmoteo total, ha tocado mañana remolona y tarde olímpica. Hoy ha sido ciclismo. Tras despedir al tío y su novia, que volvían a Marín después de unos días con nosotros, no se me ocurrió mejor manera de pasar la tarde que coger las bicis y lanzarnos a la aventura. Aventura que resultó en dos largas horas de pedaleo bajo un sol aplastante, con algunas paradas para contemplar las plantitas, beber agua y merendar. No sé cómo aguantaron tanto, ni como todavía tengo pies de ir tras ellos intentando seguir su ritmo sin ir trotando y guardando la compostura. Ellos acabaron así... y yo no mucho mejor, pero sin tigre de peluche...

heridas de guerra incluidas, es lo que tiene la bici...

Todavía tuvieron humor de hacer una sesión de cine casero con palomitas y unos juegos de mesa (Mateo, papá y mamá con el Rummi, que lo tiene enganchadito, y Miguel enseñando a leer a David formando palabras con el Scrabble). Emocionado con sus progresos, Miguel se trajo un libro para enseñarnos lo bien que lee, y Mateo no pudo perder ocasión de demostrar que él lee mejor, así que hubo que escuchar dos libros... más el que "leyó" en versión libre David.

Por fin paz, brisa fresquita por la ventana, música a lo lejos de algún concierto al aire libre, y cervecita sin alcohol con limón. Y mañana viernes. Si Dios quiere, seguiremos con las olimpiadas, pero ya será natación, que somos muy fans de Phelps. :-)