sábado, 14 de mayo de 2011

Día 0

Estos dos últimos días en que Blogger se ha vuelto loco y no nos dejaba hacer nada (que no es un problema aquí, pero sí en Capturando Momentos, donde tenemos un calendario que seguir!) me ha dado tanto miedito que me he puesto a hacer copias de mi antiguo blog. Me daría tanta pena que se perdiera... Y según iba releyendo posts y recordando fotos (madre mía, perece que hubieran pasado años!! qué cambiados estaban los niños!!!), me daba pena haberlo dejado. Vale que el día 365 fue genial, objetivo cumplido y todo eso... y quedé un poco saturada. Pero ahora veo la de fotos y momentos que he dejado en el tintero en estos 5 últimos meses, por falta de tiempo, y ya por falta de costumbre, y me da pena. Al menos con el 365 me obligaba a editar las fotos del día, mientras que ahora tengo tropecientas mil ahí tiraditas en el disco duro...

Por supuesto, no es el mejor momento para retomarlo, con las oposiciones ahí al lado... pero se da una circunstancia especial que me anima a hacerlo de nuevo... al menos por unos días.




Hoy es un gran día para Alber. Después de una rotura de menisco que lo tuvo de baja varios meses y después de planificar día y noche por otros tantos meses... hoy por fin empieza su gran aventura: once etapas del Camino de Santiago, con su padre.


Van a ser unos días muy intensos para los dos, y aquí les vamos a echar mucho de menos, pero al menos se podrán ir poniendo al día cuando lleguen reventaditos al albergue después de cada etapa.













Hoy fue el día de las despedidas. Si bien Mateo desde un principio se apuntaba a hacer el Camino... se dio cuenta de que llevar 10 kilos de mochila no era tan fácil como parecía...






Miguel también quiso probar, aunque él tenía claro que de Camino nada, que se cansa de andar tanto... Pero la mochila tenía su gracia...

(¿os he dicho lo encantada que estoy con mis super maravillosos y mega baratos reflectores!!???)




Además de la mochila, el resto de cositas que se había comprado papá para el viaje eran de lo más interesantes, como el super sombrero para el sol...




a juego con sus ojazos...
no menos guapo que su hermano

(con o sin sombrero!)
Pero según se fue acercando el momento de la despedida, a Mateo le fue cambiando la cara. Imagino que es el único que se da cuenta de que su padre se va unos días, y se puso tristón. Menos mal que allí estaba David dispuesto a achuchar y consolar a quien lo necesitara... 


(quizá con demasiado ímpetu...)
Pero se le pasó pronto y entre las historias de la abuela y los deberes, tuvo en qué estar entretenido.


(deberes =  leer un libro y resumirlo. Precioso, por cierto!)
 David también estuvo "leyendo" un rato, porque allá donde haya historias de "otitos", no se puede resistir!


Tras una intensa tarde de toboganes, columpios y artilugios de todo tipo en el parque, unos riquísimos churros con la abuela y un baño calentito, ahí están roncando como angelitos. (momento ideal para que mami se ponga a estudiar...)

Buenas noches (y feliz primer día de Camino mañana, chicos!).

4 comentarios :

  1. Bueno menos mal que son solo unos dias,las fotos son todas muy bonitas sobretodo la que estan con los gorros,el libro ese tambien lo tiene David que creo que se lo regalaron en carrefur

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  2. lo primero felicitarlos por la aventura que comienzan,les costará pero seguro que es muy gratificante!!.
    un beso a tus 3 soles y un abazo enoorme para ti!!

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  3. me parece que me voy a pedir esos reflectores para mi cumple, son muy baratos!!!! :)

    Están preciosos tus chicos, cada día más enormes! :)
    Un beso

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  4. Cuanto tiempo sin pasarme por aqui Rebe! Como han crecido los niños! están para comerselos...espero que tu marido y tu suegro lo pasen genial, una experiencia bonita.
    Muchos besos y esperamos que volvais a visitarnos algún día, tenemos unos caballos muy bonitos (tres)

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