Había oído hablar mucho de él. Sabía que había tenido prisa por nacer y lo había hecho antes de tiempo... Sabía que era muy chiquitito (cuando nació) y me hubiera encantado poder ir a Asturias a fotografiarle de recién nacido... pero no pudo ser. Cuatro meses después, aprovechando su primera visita a Salamanca, por fin lo pude conocer en persona! Os presento a...
Todo un campeón que aguantó las dos horas que estuvimos mareándolo, cambiándolo de posición, rodeándolo de reflectores y sábanas blancas para aprovechar la poca luz de aquel día... Un poco asustadito al principio... (pero guapísimo!).
(Papis, espero que os guste el adelanto!)
Y en cuanto cogió un poco de confianza (y comió, y se relajó un rato en brazos de papi...) nos regaló unas cuantas sonrisas.
¿Es o no es para comérselo?
Qué lindiñas Rebe... qué tío como mira a la cámara! Hum. Urge una focal menos larga!! (fue aquí donde tuviste que espachurrarte contra las paredes?!) Porque hacer sesiones dentro de casa con el 50 y el 85... no se cómo te las arreglas! He oído delicias de un 28mm.... (ya me había comprado el 35 :-(... pero tu estás a tiempo!
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