Día 3: De cuentos y pinturas

"¿Qué tal, papi? Como ya te he contado por teléfono, nos estamos portando muy bien. Y ya te lo habrá dicho mamá también, ¿no?

David está bien, hoy en el cole le he estado enseñando a mis compañeros eso que le han cosido en la cara, y me preguntaban que qué le había pasado. Por lo menos ahora ya no se tira tanto del hilo ese que le cuelga! Es un poco asquerosito, pero así no sangra... porque ayer vaya susto me dio, aún con lo grande y valiente que soy!

Hoy a la hora de la siesta les he estado contando a David y Miguel el cuento que escribí para el cole, ese de un niño que se llamaba Mateo y tenía rabietas y al final decidió portarse bien y todo el mundo se puso muy contento. A mi profe le gustó mucho y dice que a ver si el cuento se hace realidad... y se está haciendo! Estos días no me han tenido que castigar ni una sola vez!

Después de la siesta, como estábamos un poco cansados y llovía un poquito, decidimos quedarnos en casa. David quería seguir durmiendo toda la tarde, ya sabes lo dormilón que es!

Al final mami nos dejó jugar con las pinturas y los pinceles, hicimos unos cuadros preciosos que están fuera para secarse. Miguel hizo uno para regalárselo mañana a su profe. Pero después de un rato nos aburrimos de los pinceles y pintamos con los dedos... y los brazos, y todo el cuerpo! No veas cómo quedó la bañera a colorines para quitarnos todo aquello! Pero fue muy divertido.

Mami nos hizo muchas fotos, pero ya sabes que tiene que estudiar, así que dijo que hoy ponía poquitas.

Que descanséis, y cuidado mañana, ¿vale?
Ya sabes que te echo mucho de menos...

Un beso,

Mateo"