{placeres anti-crisis} hay para todos!

Lo de ser un culo inquieto me viene de serie. Y no solo es en la vida real, también me pasa en la "virtual". Si hubiera categoría olímpica de "salto de páginas de blog", sería medalla de oro. Es meterme a leer algo, y empezar a abrir "nuevas pestañas" con enlaces a post interesantes "para leer después". Un tema me lleva a otro, y al final, no sé cómo, me he pasado por un montón de blogs y webs que poco tienen que ver entre ellas! Empiezo buscando en Google "cómo editar no-sé-qué en Photoshop" y termino copiando la receta de una lasaña que tiene una pinta estupenda. La parte mala es que no me da la vida para leer todas las cosas interesantes que me voy encontrando, y tengo que seleccionar. La parte buena es que a veces leo algo que me alegra el día. Y sólo por eso vale la pena.

Eso es lo que me pasó hace unos días. Saltando de blog en blog a velocidad de vértigo (medalla de oro, ya os digo) me topé con este post (de recomendada lectura) con el que se quitan a una todas las tonterías. Porque nos estamos malacostumbrando a quejarnos a la menor que nos pisen un callo, y nos estamos perdiendo tantas y tantas cosas que deberíamos pararnos a apreciar. ¿Quién no tiene al alcance de la mano de alguno de esos pequeños grandes placeres cotidianos? Lo que pasa es que hemos perdido la capacidad de DISFRUTARLOS, con mayúsculas. De pararnos a pensar "Hmmm... cómo me gusta esto!". 

Y la verdad es que yo disfruto mucho con muchas cosas. Me parezco a Mateo en eso, cuando algo me gusta, me emociono y no puedo parar de hablar de ello a todas horas. Lo que pasa es que a veces se me olvida disfrutarlas. A veces el cansancio, el mal humor, el estrés acumulado te hace pasar por alto esas pequeñas grandes cosas. Así que por si acaso se me olvida otra vez, me las traigo para este rinconcito.

Esta semana he disfrutado muchísimo con...

... salir a cenar (yo sola) con amigos y poder mantener conversaciones de más de dos minutos sin interrupción.

... cantar sin pudor alguno (y en muy buena compañía) en un karaoke, cosa que no hacía desde mi adolescencia. Fue GENIAL!!

... encontrarme a las dos y media de la mañana absorta en un libro que no era capaz de dejar porque se estaba poniendo más y más emocionante.

... llevar a mis hijos de paseo en una piragua en el Lago de Sanabria. Un paisaje maravilloso y una sensación de tranquilidad renovadora.

... y verles irse en pedaleta de paseo con los papis, sabiendo que tengo por delante una hora de paz... (jijijiji...)

... disfrutar de un finde de risas, aventuras y relax con buenos amigos.

... ver la carita de mi hijo pequeño al salir de su primera mañana de cole ("Me lo he pasado genial!").

... volver a mi antiguo trabajo un año después y sentir como si nunca me hubiera ido de allí. 

... recibir un mail de una desconocida con amables palabras sobre mis fotos.

... recibir una llamada de una amiga que está en un concierto, para que yo pudiera escuchar una canción especial para nosotras.

Tantas y tantas cosas... ¡Cómo para quejarse!!!

A poco que pensemos, seguro que salen unas cuantas más, ¿a que sí?

Feliz semana, a disfrutarla!!