Fotografía terapéutica

Siguiendo con nuestras vacaciones (con casi un mes de retraso...), llegamos a nuestra visita a Nigrán, donde nos esperaba una tarde de lo más emocionante, por muchos motivos. 

Los niños llevaban días esperándolo. Con lo que les encantan los dinosaurios, pensar en ir a ver una exposición con algunos a tamaño real era algo que no podían ni imaginar. Y en cuanto llegaron a la entrada y vieron aquel bichosaurio (ellos se saben todos los nombres, yo reservo mi memoria para otras cosas, me perdonen ustedes...), de 12 metros de altura... casi les da un pasmo. 

Dentro la cosa fue a mejor o a peor, según quien lo cuente. Para Mateo, una maravilla todo. Iba de un lado a otro, haciendo fotos a todo cuanto bicho había, gritando los nombres de los diferentes -saurios cada vez que descubría uno nuevo. Pero para Miguel y David fue demasiado. Ya semejantes bichos asustaban bastante solo con verlos de cerca... pero es que algunos se movían y hacían ruido!!! Y claro, ver a aquel pedazo Tiranosaurio Rex (ese me lo sé) moviendo la cola y la cabeza y lanzando gruñidos terroríficos.... claro, se echaron a llorar y gritar, pidiendo irse a casa y pegándose a nuestras piernas cada vez más aterrorizados.

mientras Mateo posaba como si tal cosa...

Menos mal que estábamos en buena compañía y nos sacaron del apuro... Porque yo estaba feliz por ir a Nigrán esa tarde a conocer por fin a Marta y Xoán, que parecía que nos conocíamos de toda la vida (son muchos años ya de Flickear y Feisbukear, verdad, Martiña??). Y como buena fotógrafa que es, enseguida dio con la solución: "Miguel, ¿te presto mi cámara y le haces unas fotos a esos dinosaurios?"...  Y en un pis pás, uno con cámara (gracias, Marta!) y otro con el móvil, allí los teníamos haciéndonos el reportaje paralelo de la exposición.

Como esto de la fotografía es adictivo totalmente (si lo sabré yo), enseguida se les pasó el miedo y ya no había quien les quitara las cámaras de las manos... (como ya os adelanté en este otro post).

Mientras, estos chicos taaaaan mayores y taaaan fans de los dinosaurios, seguían disfrutando de la exposición, acercándose e incluso tocando a todo cuanto bicho veían (y Xoán ya era la tercera vez que iba!).

Menos mal que no nos olvidamos de hacer foto de grupo, como me suele pasar en estos encuentros... (gracias, A.!!). Fue un placer conoceros por fin, Marta!!

Y encima, tan lindiña ella, vino con regalito, como ya os conté aquí. Eres un sol! 

Cuando Marta y Xoán se fueron, aún nos quedaba tiempo para nuestra siguiente cita (ya os dije, una tarde muy completita!!), así que aprovechamos y volvimos a entrar en la exposición (te ponían un sello al entrar, y podías entrar y salir todas las veces que quisieras en ese día, genial idea!). Ahora ya sin la cámara de Marta, hubo que echar mano de los móviles de papá y mamá. Y de la cámara grande...

Cuando salimos por fin a pasear, seguían pegados a las cámaras... y así estuvieron un buen rato...

... aunque también era divertido correr y subirse a las vallas con nuestra siguiente cita... A Miguel ya lo conoceréis de la sesión de pijamas que hice para Petit Style. Ese día habíamos quedado con él y su mamá, y de paso hacer una bonita sesión (que pronto os traeré, aunque he ido poniendo adelantos en mi página de Facebook). Y entre foto y foto, había tiempo también para hacer un poco el gamberro...

Después de la sesión, todavía nos quedó un ratito para disfrutar del parque y su tirolina.

Yo diría que aprovechamos bien la tarde, no??

Ayns, qué bien se estaba de vacaciones.....