Cuando comento estas cosas con los que me conocen, se cachondean de mi. No es raro, porque es de esas cosas que prometo una y mil veces que voy a hacer y luego nunca hago. Como tantas. Y si lo cuento mañana, lo tomarían por una inocentada. Pero no. En serio: propósitos de año nuevo.
En este año que está terminando, no me propuse ninguno. Después del 2010, en que me había propuesto el 365 y me costó tantísimo llevarlo a cabo, me di por satisfecha con haberme demostrado a mí misma que si me pongo, lo hago. Que lo de ser una inconstante no tenía por qué ser defecto de fábrica y se podía superar. Y una vez superado, preferí tomarme un año libre de presiones innecesarias. Y al final el 2011 tuvo sus propias presiones: oposiciones, interminables noches de estudio y programación, cambio de trabajo, y otras cositas menores. Lo justito para no aburrirse (por si mis tres angelitos me dejaban algún rato para la monotonía).
Ahora, a pocos días de cambiar de año, cambiar de agenda y pasar página, retomo mi pasión por hacer listas, y pienso en algunas cositas que me propongo hacer, si Dios quiere, en el 2012. A saber:
1.- La más importante: CUIDARME. Con mayúsculas. No es que me vaya a hacer la manicura una vez a la semana o un lifting para entrar en el año nuevo con mejor cara (y no me vendría mal, dicho sea de paso) (lo cual me recuerda que Alber me regaló una tarde de masajes y spa, y aún no he reservado cita!!! y fue en noviembre!!!). No, no me refiero a esos lujos. Todo se reduce a dormir.
Dormir las 8 horas que solían ser imprescindibles en mi día a día pre-maternidad, y que son necesarias para la mayoría de los mortales para poder sentirse seres humanos. Y sobre todo, necesarias para no estamparme cualquier día de estos contra una señal de tráfico de camino al cole. A veces creo que Alber ha instalado un piloto automático en el coche a mis espaldas, porque juro que la mitad de las veces llego al cole (o a casa, a la vuelta) sin saber cómo he llegado allí. Como si fuera en standby. Y por si acaso mis ángeles de la guardia han dimitido de puro agotamiento cuidándome día y noche, mejor hago lo posible por cuidarme yo un poco. No debe de ser difícil. Imagino que está muy relacionado con mi propósito número dos:
Dormir las 8 horas que solían ser imprescindibles en mi día a día pre-maternidad, y que son necesarias para la mayoría de los mortales para poder sentirse seres humanos. Y sobre todo, necesarias para no estamparme cualquier día de estos contra una señal de tráfico de camino al cole. A veces creo que Alber ha instalado un piloto automático en el coche a mis espaldas, porque juro que la mitad de las veces llego al cole (o a casa, a la vuelta) sin saber cómo he llegado allí. Como si fuera en standby. Y por si acaso mis ángeles de la guardia han dimitido de puro agotamiento cuidándome día y noche, mejor hago lo posible por cuidarme yo un poco. No debe de ser difícil. Imagino que está muy relacionado con mi propósito número dos:
2.- N + O = NO. Con lo cortita que es la palabra, y lo que me cuesta decirla. Me meto en mil cosas y proyectos que sé que me van a ocupar un tiempo del que no dispongo, y que luego le robo a la noche, en lugar de dormir. Hoy he empezado a practicar, con un mail renunciando (que penita, por favor! lo que me ha costado) a un proyecto precioso de colaboración con una revista para padres. Me arrepentiré una y mil veces, pero no. No puedo comprometerme a largo plazo con algo que no sé si tendré tiempo para llevar a cabo. Ahora sólo me queda seguir practicando y empezar a reservar ratos para mí y para los míos. Para hacer cosas super divertidas o para no hacer nada. O para pasarnos el día en pijama viendo documentales de animales (como hoy).
Y me queda aprender a no sentirme culpable por no llegar a todo lo que me gustaría hacer. Igual ese debería ser otro propósito:
Y me queda aprender a no sentirme culpable por no llegar a todo lo que me gustaría hacer. Igual ese debería ser otro propósito:
3.- No pretender abarcarlo todo. Y terminar lo que empiezo antes de ponerme con otra cosa. Creo que es lo que más tiempo me consume. Empiezo algo, a medio camino recuerdo otra cosa y me pongo con ello, dejando lo primero a la mitad, y sigue así la cosa hasta que tengo seis proyectos / actividades / tareas a medias y nada de tiempo para terminar ninguna de las seis. Luego me paso el día repitiendo a mis hijos que antes de pasar a otra actividad o juego deben recoger lo del juego o actividad anterior. Muy bien, mami, empieza por dar ejemplo tú misma!
4.- Viajar más. No sé como ni cuando. Ni adonde, aunque eso importa menos. Éramos muy de salir de finde a algún rinconcito cercano, casa rural o similar, caminatas por el bosque... pero ya ni recuerdo el último finde que lo hicimos. Acabamos tan reventaditos el viernes noche que lo único que nos apetece hacer el sábado es pasarnos el día en pijama sin hacer nada. Misión imposible, claro, solemos tener algún compromiso o actividad ese día, pero aún cuando se da el milagro de un finde libre, no tenemos energía. Y como eso va a cambiar cumpliendo el objetivo número uno... maloserá que no hagamos alguna escapadita. Y el viaje de aniversario, que ya estamos dándole vueltas!
5.- Esta se la debo a mi amiga Dámaris Domínguez (una de esas "amigas virtuales" que espero conocer en persona pronto). Literalmente de su muro en Facebook:
"Nos pasamos la vida esperando que pase algo... Y lo único que pasa es la vida... Jamás entendemos el valor de los momentos, hasta que se han convertido en recuerdos. Por eso haz lo que quieras hacer, antes de que se convierta en lo que te "gustaría" haber hecho.
¡No hagas de tu vida un borrador... puede que no tengas tiempo de pasarlo a limpio!".
Y eso pretendo: dejar de planificar tanto y empezar a hacer más. Cumpliendo con los propósitos 2 y 3, no hacer más de lo que puedo y decir NO a lo que no son prioridades, pero hacer más de lo que me apetece hacer. Planificarlo y hacerlo. Y luego descansar. Y pasar a otra cosa (suena bien!).
Y la verdad es que podría seguir. Yo me pongo a hacer listas y me emociono. Pero cinco propósitos creo que son más que suficientes. Si consigo cumplir al menos tres, ya me doy por satisfecha. De momento el número uno ya lo estoy poniendo en práctica en estas vacaciones, levantándome a horas indecentes y pasándome gran parte del día en pijama. Maravilloso.
El propósito tres lo llevo peor. Hoy empecé a organizar la agenda del 2012. Lo dejé a medias y me puse con la programación de las clases de enero. Lo dejé a medias y me puse a revisar las fotos de ayer (pasamos una tarde super genial con Yoli, Eva, F. y Valentina!!). Y ahí se quedaron las fotos sin editar, porque empecé con este post y ahora me tengo que ir... Así que uno de estos días, las fotos de la ajetreada tarde de ayer...
Pero no prometo nada... por si acaso!
buenos propósitos...espero que puedas cumplirlos todos..sería genial!!!
ResponderEliminaryo me apunto al de dormir mas...que buena falta me hace!!
me ha encantado acompañarte en este año..y aqui me tendrás para darte ánimos durante el siguiente y que consigas todo lo que te propongas.
un besiño enorme Rebe!!
Rebee, siempre me emocionas cuando escribes. Me encanta tu lista de própositos. Me has dado una muy buena idea, hay que marcarse objetivos si no pasa lo que dices en tu punto 5, que nos pasamos la vida esperando que pase algo...y lo único que pasa el la vida, que cierto es!! Me voy corriendo a marcarme unos própositos para el 2012, y tengo muchos y complicados pero no puedo dejar que el 2011 sea mejor que el 2012 no no eso si que no, porque peor no me ha podido ir. En fin, solo decirte que mil gracias por compartir esos momentos con nosotros. Un besazo
ResponderEliminarRebe, como te entiendo y me identifico con lo que cuentas. Como tu soy madre de tres maravillas, pero en mi caso son tres princesas...y no doy más, me enfrasco en mil cosas que no acabo pues me voy a por otras que tampoco..y así me va, el NO me cuesta orrores, claro que no me proponen cosas tan chulas como a ti,...menos mal que el trabajo lo tendo a 5 minutos de casa.MIL BESOS ♥
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