Una tarde cualquiera

Está volviendo a ser nuestra rutina casi diaria. Y digo volviendo porque desgraciadamente la he tenido un poco aparcada últimamente. Trabajo, trabajo y más trabajo, proyectos mil y otras cosas, me estaban absorbiendo demasiado... hasta que he dicho "basta". Prioridades, señores. Y estas son las mías.

Salir a disfrutar del sol...

... quedarme pasmada al darme cuenta de lo rápido que están creciendo...

... sentarnos en el suelo del parque a pasarnos la pelota... o descansar!! (qué bonito verbo...)...

... andar fresquitos por casa, que ya llegó el calorcete...

... esos baños largos y en buena compañía...

... (¿he dicho lo de LARGOS baños??)...

 ... ese relax...

 ... espiarle mientras está absorto con sus documentales de animales (como ya es taaaan mayor y se ducha solo antes que sus hermanos, tiene este rato para él. Poder escuchar un documental a gusto, sin David cantando o contándote un cuento, es todo un lujo!!)...

... y sí, las heridas de guerra también son parte de nuestra rutina... (hoy, los tres!)...

 ... un rato de lectura...

 ... aprender algo más sobre dinosaurios... (porque sí, cada día se puede aprender algo nuevo... ¡y cómo les gusta!)...

... volver a ver ese documental favorito, en compañía...

 ... Esos pequeños grandes momentos de nuestro día a día... Y qué ganas de que llegue el verano para poder seguir disfrutándolos a gusto! (ya queda menos!!!)

Ya casi vierneeeeessss!!! Y de un finde muuuy especial!! :-)