Contando ya no los días sino las horas para volver a casa, e intentando aprovechar al máximo estos ratos de ocio que no volveré a tener en muuucho tiempo. He visto más pelis estos días que en los últimos 5 meses juntos (a altas horas de la madrugada, que es cuando reina el silencio, todo hay que decirlo...). Lo de no tener que madrugar es algo impagable. Y poder improvisar lo que haremos cada día, en lugar de ir contrarreloj a cada rato, ha sido un lujo que echaré de menos una barbaridad...
En breve, vuelta al trabajo, a usar el ordenador para preparar clases y no para recibirlas, por trabajo y no por placer... {snif}
Pero nada de lamentos, aún nos queda una cena por delante, con amigos tan artistas como el que hizo este cuadro (que me tiene enamorada).
A exprimir lo que queda!!
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