Fin de Año es como la víspera de un lunes, pero a lo bestia. Esos lunes que tanto me gustan a mí, de comenzar una nueva semana, de partir de cero, de nuevos proyectos...
365 días por delante para intentar llevar a cabo todas esas cosas que quedaron pendientes en este año que dejamos atrás... pero sin lamentarnos por lo que no hicimos (o por lo que hicimos mal).
365 días a estrenar, con las sorpresas (buenas o malas) que nos esperan... pero sin agobiarnos por lo que vendrá mañana.
365 días para disfrutar de las pequeñas y grandes cosas del día a día. Viviendo el presente, como regalo que es.
Yo ya lo estoy deseando. ¿Y tú?
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