David

Como siempre, tan liada que casi no sé ni en qué día vivo... Y de nuevo casi se me pasa que hoy es 18. 23 meses ya. O sea, uno más y será todo un niño de DOS AÑOS!!!

Con esa carita... Tan modosito él... Pero que nadie se deje engañar, que con su carita de no haber roto un plato me lía cada una que ni os cuento.

Ya es un chico grande, que disfruta corriendo por los pasillos con su risita histérica jugando al escondite con quien se apunte, pero también un chico responsable que cuelga su mochila y su cazadora en el colgador en cuanto llega a casa de la guarde.

En estos primeros días del año le he notado un cambio enorme. Habla por los codos, copiando a sus hermanos en todo lo que dicen y hacen (con los consecuentes chichones por caídas de todo tipo queriendo imitar las peripecias de Mateo y Miguel...). Es un payasete que en cuanto le estás riñendo por algo que ha hecho, se pone a hacer caras y muecas para hacerte reír... y es inevitable...

Es puro torbellino, como ya lo eran sus hermanos a su edad... o más (o soy yo, que me hago mayor!). En cuanto te despistas cinco minutos, te vacía la caja de rotuladores por el suelo, hace confetti con las servilletas que has puesto a la mesa, decora el salón con un buen puñado de la tierra de la maceta más cercana, o baila el "Waka waka" subido en la mesa del comedor... entre otras muchas aventuras.

Y sus hermanos se parten de risa con sus ocurrencias, lo cual le anima a repetir.

Y te desespera.

Pero luego te echa esa risa... Y se te pasa.

Hoy ha estado practicando a poner dos dedos... pero aún no lo pilla del todo. Eso sí, se estira todo lo que puede y te dice que es "muuuuuuuuuu gaaaaaaaande!".

Y vaya si lo es! Hasta barba le está saliendo!

Hoy sólo le hice dos fotos... pero valen para desearle: