De miércoles a miércoles, y tiro porque me toca. Menos mal que tenemos este pequeño gran proyecto entre manos que me obliga a coger la cámara como poco una vez a la semana, sino no sé qué sería de ella, sepultada entre telarañas, olvidada en el armario con los demás cachivaches.
Nuestras reformas van viento en popa. El armario está casi listo, a falta de unas puertas que llegarán en diez minutos (y son las 21:54 del martes, a estas horas, sí!). Pero la casa poco a poco vuelve a parecer una casa y no una escombrera. Las cajas se van vaciando, el armario se va llenando, y yo soy un poquito más feliz con cada estorbo menos.
A falta de tiempo (qué raro, no?), en medio de evaluaciones, papeleo, correcciones, reuniones, ensayos de obras de teatro (cole e iglesia), comidas con compañeros y cafés con ex-compañeros, intentos frustrados de poner por fin la decoración navideña en casa... he cogido la cámara dos minutos para estrenar mi nuevo y maravilloso fondo blanco, que tan contenta me tiene. Amor absoluto. Le sacaré mucho más partido cuando tenga tiempo para planificar las fotos y prepararlas un poco más... pero en dos minutos no pido más que esto.
David está tan pasmado con el armario como yo. |
Feliz víspera del día antes del viernes! Y no olvidéis pasaros a ver al resto de los Litel Pipol!
Ahora a descansar de niños ajenos, de km, de madrugones y de relojes en general. No sé tú...yo las necesitaba. 5 besos de 2 boquitas.
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