Ya llevamos una semana de rutina escolar, y más o menos habituados a ella (aunque lo del despertador no lo llevaré bien en mi vida...).
Después de la locura de verano que llevamos, creí que volver al cole sería como una tortura para ellos, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que lo estaban esperando con mucha ilusión, especialmente mi "maz mediano", ante la perspectiva de pasar a ser todo un chico de Primaria. Llevaba días contemplando su mochila nueva, los libros, y preguntándome a cada rato cuanto faltaba para empezar... Y llegó el día!
Por si las emociones de un cambio de etapa fueran pocas, esa misma mañana, justo antes de desayunar, se le cayó su primer diente, así que la emoción se multiplicó por mil. Ya se sentía mayor, pero con esto era como si hubiera crecido varios centímetros de golpe.
Pero toda la emoción se esfumó esa misma noche, después de una tarde de interrogatorio acerca de ese ratón que se suponía que se iba a colar en casa y hurgar debajo de su almohada. La idea no le hacía ni pizca de gracia... Le sugerí que le dejara una notita junto con el diente, y vino a enseñarme lo que había escrito: "Hola, Pérez, aquí tienes mi diente, ¿me traes una Nintendo DS?". Cuando le expliqué que Pérez no podría con algo tan grande, se ofendió enormemente: "¿Y él puede llevarse mi diente así porque sí?".
Tras una segunda versión de la notita, la dejó junto con el diente bajo la almohada, pero aún no las tenía todas consigo. Así que empezó a sugerir que podríamos ponerlo debajo de la almohada... de David. O mejor en la estantería. O mejor en nuestra habitación. En fin, que cuanto más lejos, mejor.
La cosa tuvo final feliz, notita tranquilizadora de Pérez junto con algunas moneditas para su hucha, y un marcador para el libro que ha empezado a leer, de Gerónimo Stilton (otro ratón, al fin y al cabo). Esperemos que en las próximas visitas no haya problemas...
nueva sonrisa, en la que no se aprecian las novedades, pero ahí abajo hay un hueco. |
Así que con su nueva sonrisa y su nueva mochila, empezamos un curso más, y a ver cómo lo vamos llevando! De momento, ellos mejor que yo...
¿Cómo ha sido vuestra vuelta al cole? ¿Impaciencia y emoción (como estos tres)? ¿O drama, tragedia y llantos mil (como lo mío, cuando escucho el despertador)?
No os perdáis más vueltas al cole y otras aventuras de nuestros Litel Pipol, en su semana 16 ya!!
jajajaja! cambio diente por Nintendo DS! es listo Miguel!
ResponderEliminarA Eduardo lo del ratón Pérez tampoco le molaba nada, dejaba el diente en la escalera, bien lejos de su habitación. La primera vez no conseguía dormir del estrés que le producía imaginar al ratón debajo de la almohada :-S pobres hijos!
Un abrazo
Pilar