{fotovitaminas para los lunes} Payasadas

Otra semanita que se me ha ido en un vuelo y la próxima ya entramos de cabeza en Diciembre... con todo lo que eso conlleva!! (hiperventilo!). Venga, vale, hoy no toca post de agobiarse, que mañana es lunes y hay que empezar la semana mejor de lo que la hemos terminado... (al menos, yo lo necesito!).

Este jueves hice dos cosas que me cuesta mucho hacer pero que sientan estupendamente de vez en cuando:

1.  Mandar a paseo las tareas pendientes, los platos sin recoger, la ropa sin planchar y todas esas otras cosas que en realidad son secundarias, y salir a pasear con mis tres hombrecitos. A pasear. No a "pasear" cuando en realidad lo que quiero es aprovechar para hacer compras o recados, y al final vamos corriendo de acá para allá haciendo de todo menos pasear. No, no. Pasear, con mayúsculas. Con sus hojitas de otoño por el suelo, con su quedarse contemplando el río o los pájaros que pasan en bandadas, con su paso tranquilo y sin prisas (el mío, los pequeñajos no conocen esa forma de caminar...). Disfrutándolo, vaya!

Ya si encima mamá te deja rebozarte por el suelo (aunque haya barro), y coger todo tipo de palitos, piedritas y hojas, eso ya es el paraíso, vamos!

Y no hay paseo de otoño que se precie sin algunas hojas por los aires...

Y si encima te acordaste de llevar la cámara para ir documentando todo, ya no se puede pedir más... Bueno, sí, acordarse también de llevar una mantita para descansar un rato de tanto ajetreo!

(¿te suena, Eva? Jijiji)

2. Me cuesta horrores, pero me he propuesto hacerlo más a menudo en el año que vamos a empezar. Porque no quiero que mis hijos me recuerden con una cámara en la cara todo el día. Quiero que recuerden que yo también jugaba con ellos, me tiraba al suelo con ellos, me lo pasaba bomba con ellos... y eso no aparece en prácticamente ninguna de las fotos que ocupan mi disco duro (y van 750GB!!). Así que allá fui, control remoto y a ponerme del otro lado de la cámara. Hicimos el payaso todo lo que pudimos y más, así que tengo miles de tomas falsas... pero lo que nos reímos!!

Fue una tarde de lo más divertida, así, en medio de la semana y sin tenerlo previsto. Y eso la hace mejor aún!

Y otro que hizo el payasete de lo lindo fue David, cuando en la guarde celebraron el "día del color rojo".  Cuando lo vi salir así, casi me lo como... (amor de madre, ya sabéis!).

Así que, aunque la semana también ha tenido sus cosas menos graciosas, me quedo con mis payasetes y sus payasadas, que a fin de cuentas, ¿quién quiere empezar la semana de mal humor? Como todos los lunes, borrón y cuenta nueva. ¡A por él!

(No me podía resistir a una más!)

:-)